Growing into Leadership
Maria’s Journey as a Guia
(Español abajo)
This summer, all of our Guias had the opportunity to step up as “boat leads” through their ecotourism internship, serving as both a resource and a leader for VSI visitors. Each of their experiences looked different, but they all grew from where they started, steadily building confidence and leadership skills along the way.
When Maria was first asked to lead a boat on her own, without a VSI team member by her side, she felt scared and uncertain. The weight of responsibility seemed overwhelming, and she wrestled with self-doubt. As tears of uncertainty filled her eyes, I reassured her, telling her that I had faith in her. I reminded her that helping her grow was part of my role, and this challenge, though daunting, was just beyond the edge of her comfort zone. I knew it would help her achieve the goals she had set for herself.
“You trust me, and I trust you,” I said. “Maybe that trust is enough to get started.”
With those words, Maria set off on her first independent lead. By the end of the day, she was glowing with pride, calling it “The Best Day Ever.” She was thrilled with how she had helped others connect with the breathtaking beauty of the marine world. Little did I know, this was only the beginning of something even more powerful.
As the summer went on, Maria continued to lead boats with growing confidence. While there was always someone on board who could help translate if needed, her progress was undeniable. Then came the final outing of the season—a challenge unlike any before. This time, Maria and the boat captain, Victor, would be the only Spanish speakers on board, guiding a group that was initially hesitant about having a young Guia lead them.
Once again, fear and doubt surfaced. Maria wasn’t sure she was ready for this. I reminded her of how far she’d come and how she had proven her abilities time and again. This, I told her, was the next step in reaching the goals she had set for herself. “You can switch to another boat if you feel more comfortable,” I offered, “but I know you’re ready.”
After a moment of reflection, she said, “No, I’m going to try.”
And once again, Maria had “The Best Day Ever.” She not only guided her group to remarkable experiences—including encounters with multiple whale sharks—but also found joy in teaching them Spanish while learning English in return. At one point, she called my boat over to ask, “How do I say, ‘All right, I’ve been speaking English this whole time; now it’s your turn to speak in Spanish?’” Her group burst into laughter, enjoying her playful spirit and the camaraderie she had cultivated.
Just yesterday, in an entirely different setting, Maria was asked, “What are you most proud of in your life?” She responded with a heartfelt answer: “I’m proud of achieving things beyond what I thought I could do.”
Maria’s journey reminds us of the powerful connections we foster—among people, and between humans and nature. It’s this kind of growth, both personal and collective, that makes our work so meaningful. Your support of the Guias program helps create more opportunities for young leaders like Maria to step into their full potential and inspire others.
El Viaje de María como Guía
Este verano, todos nuestros Guias tuvieron la oportunidad de asumir el rol de “líder de panga” durante su pasantía en ecoturismo, sirviendo tanto como recurso como líderes para los visitantes de VSI. Cada uno vivió esta experiencia de manera diferente, pero todos crecieron desde donde empezaron, construyendo confianza y habilidades de liderazgo a lo largo del camino.
Cuando le pedimos a María que liderara una panga por su cuenta, sin un miembro del equipo de VSI a su lado, se sintió asustada e insegura. El peso de la responsabilidad le parecía abrumador, y luchaba con las dudas sobre sí misma. Mientras las lágrimas llenaban sus ojos, la tranquilicé, diciéndole que tenía fe en ella. Le recordé que mi rol era ayudarla a crecer, y que este desafío, aunque intimidante, estaba justo más allá del límite de su zona de confort. Sabía que la ayudaría a alcanzar las metas que ella misma se había propuesto.
“Tú confías en mí, y yo confío en ti,” le dije. “Quizás esa confianza sea suficiente para empezar.”
Con esas palabras, María salió a su primera experiencia como líder independiente. Al final del día, estaba radiante de orgullo, diciendo que había tenido “el mejor día de su vida.” Estaba emocionada de cómo había ayudado a otros a conectarse con la asombrosa belleza de nuestro mundo marino. No me di cuenta entonces de que ese momento era solo el comienzo de algo aún más profundo.
A lo largo del verano, María continuó liderando botes con confianza creciente. Aunque siempre había alguien a bordo que podía ayudar a traducir si lo necesitaba, su progreso era innegable. Luego llegó la última salida de la temporada: un desafío completamente nuevo. Esta vez, María y el capitán del barco, Víctor, serían los únicos hablantes de español a bordo, guiando a un grupo que al principio se mostró reacio a tener a una joven Guía liderándolos.
Una vez más, el miedo y las dudas aparecieron. María no estaba segura de estar lista para esto. Le recordé cuánto había avanzado, cómo había demostrado sus habilidades una y otra vez. Esta, le dije, era la siguiente etapa para alcanzar las metas que se había propuesto. “Puedes cambiarte a otra panga si te sientes más cómoda,” le ofrecí, “pero yo sé que estás lista.”
Después de reflexionar por un momento, me dijo: “No, lo voy a intentar.”
Y, una vez más, María tuvo “el mejor día de su vida.” No solo guió a su grupo hacia experiencias increíbles, ¡incluyendo varios tiburones ballena a la vez! También encontró alegría enseñándoles español mientras aprendía inglés a cambio. En un momento, llamó a mi panga para preguntarme: “¿Cómo digo, ‘He estado hablando en inglés todo este tiempo, ahora les toca a ustedes hablar en español’?” Su grupo estalló en carcajadas, disfrutando de su espíritu juguetón y de la camaradería que había cultivado.
Ayer, en una actividad completamente distinta, le preguntaron: “¿De qué te sientes más orgullosa en tu vida?” Y respondió con una respuesta sincera: “Estoy orgullosa de lograr cosas más allá de las que pensaba que podía hacer.”
El viaje de María nos recuerda las poderosas conexiones que fomentamos, tanto entre las personas como entre los humanos y la naturaleza. Este tipo de crecimiento, tanto personal como colectivo, es lo que hace que nuestro trabajo sea tan significativo. Tu apoyo al programa de Guias ayuda a crear más oportunidades para que jóvenes líderes como María alcancen su máximo potencial e inspiren a otros.